El 9 de mayo es sobre una victoria distinta (artículo en 🇺🇦)

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El presidente del i9M ha publicado un artículo en la tribuna digital de “The Day”, uno de los principales diarios ucranianos, bajo el título “El 9 de mayo es sobre una victoria distinta”.

Se realiza en el marco de la campaña propia “9 de mayo: victoria del pasado, victoria del futuro“.

Traducción:

 

La Segunda Guerra Mundial es una gran lección que divide la historia humana en un “antes” y un “después”. Los terribles acontecimientos de 1939-1945 tuvieron un impacto particularmente fuerte en el destino de los ucranianos, que en cierta medida han sido reconocidos con la participación de Ucrania en la fundación de la Organización de las Naciones Unidas.

Los Aliados pudieron llegar a un acuerdo para la lucha contra un enemigo común, pero durante los últimos 75 años el mundo se ha dividido entre dos fechas para honrar aquel sacrificio. Así, a principios de los años 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas tuvo que definir dos fechas, el 8 y/o el 9 de mayo, como jornadas de recuerdo y reconciliación en honor de quienes perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial.

En ese sentido, fue bastante acertada la decisión del parlamento ucraniano del año 2015 para dedicar el 8 de mayo al correspondiente tributo y como símbolo de reconciliación. Sin embargo, ¿fue acertada la continuación de la retórica sobre el Día de la Victoria? Después de todo, el mero rechazo del militarismo anacrónico durante las “celebraciones” no supone distanciamiento de la herencia soviética.

En cambio, en la vecina Moldavia, pudieron combinar sus propias tradiciones y romper la identificación pro-rusa de esa fecha. En 2018, se añadió otro significado más al festivo del Día de la Victoria: el Día de Europa. Dos celebraciones en un día.

El Día de Europa se estableció en una de las cumbres europeas de 1985 para celebrar la paz y la unidad en el continente cada 9 de mayo.

Fue en este día de 1950 cuando en París se proclamó la Declaración Schuman, que allanó el camino para la integración de los estados europeos y la construcción común de un futuro mejor. Contiene un mensaje que todavía es actual: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho”.

La paz en los años de la posguerra era frágil y podría verse perturbada por enfrentamientos históricos entre los países, especialmente en medio de la devastación y las disputas sobre los recursos energéticos.

Así, hace 70 años, el ministro francés de asuntos exteriores Robert Schumann, en unas declaraciones desarrolladas con la participación de Jean Monnet, condujo a la creación de la primera comunidad europea dedicada a la gestión intergubernamental conjunta de los sectores conflictivos del carbón y el acero.

El mismo día, 9 de mayo de 1950, el canciller federal alemán Konrad Adenauer convocó una conferencia de prensa, declarando: “La unión de Europa, bajo la inclusión de la República Federal Alemana, es un camino muy importante para conseguir y mantener la paz (…) ofrecer una paz duradera a los pueblos del mundo”.

¿No es este paso voluntario de los alemanes una verdadera victoria? Luego, en 1955, irónicamente también un 9 de mayo, Alemania Occidental se convirtió en miembro de pleno derecho de la OTAN. ¿No es esto una victoria real cuando, al poco del final de la guerra, en la Europa libre no quedara división entre vencedores y derrotados?

Hoy en día Schumann, Monnet, Adenauer y algunos otros líderes europeos de la época son considerados padres fundadores de la Unión Europea. Y el 9 de mayo, como Día de Europa, es uno de los símbolos oficiales de la UE, junto a la bandera (doce estrellas doradas dispuestas en círculo sobre fondo azul) y el himno (“Oda a la Alegría”).

Dirán: el Día de Europa ya se conmemora en Ucrania. Es cierto que, en 2003, Leonid Kuchma fijó el Día de Europa al tercer sábado de mayo. En ese momento, cuando el 9 de mayo estaba “ocupado”, el entonces presidente de Ucrania con su decreto nos alejó de aquello que es clave. En un Día de Europa, que se celebra cualquier otro día que no sea el 9 de mayo, no se trata de los valores de la Unión Europea, sino de celebrar la creación del Consejo de Europa (que también incluye a Rusia).

Un país que ha consagrado en su constitución el curso estratégico para ingresar en la Unión Europea, debe reflexionar sobre el significado que otorga a este día.

El 9 de mayo del Kremlin es la victoria del pasado.

El 9 de mayo europeo es la victoria del futuro.

A.Yakubuv

 

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